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La salud del hígado es fundamental para el bienestar general del organismo. Sin embargo, muchas personas desconocen que hay un enemigo silencioso: el hígado graso. Esta es una condición puede afectar a un gran número de individuos en todo el mundo. Lo más alarmante es que muchos se enteran tarde. Porque sí, algunos síntomas de hígado graso son sigilosos y casi imperceptibles.

Anteriormente, existía la creencia de que solo las personas que consumían alcohol la padecían. Sin embargo, también existe la enfermedad del hígado graso no alcohólico (MedlinePlus, 2020). En este artículo te contaremos los factores de riesgo, métodos diagnósticos y tratamientos que te ayudarán a comprender mejor esta afección.

Factores de riesgo

¿Te has preguntado qué es el hígado graso? En palabra simples: es una condición donde se acumula grasa en el hígado, y existen dos tipos (MedlinePlus, 2020):

  1. Hígado graso simple: En este tipo hay grasa en el hígado, pero sin inflamación ni daño celular. Generalmente, no causa complicaciones graves.
  2. Esteatosis hepática no alcohólica: Además de la grasa, hay inflamación y daño en las células del hígado. Esto puede generar fibrosis, cirrosis o incluso cáncer de hígado.

Puedes creer que está es una afección que se limita únicamente a personas con sobrepeso, sin embargo, no es así. Aunque la obesidad es uno de los principales predisponentes, hay otros aspectos que también influyen en su desarrollo. Entre estos, se encuentran (MedlinePlus, 2020):

  • El colesterol alto y la diabetes.
  • El síndrome metabólico, que incluye hipertensión, niveles elevados de glucosa y triglicéridos altos.
  • Infecciones como la hepatitis C.
  • La edad avanzada.
  • Medicamentos como corticoides y tratamientos contra el cáncer.
  • Condiciones que afectan el descanso, como la apnea del sueño.

Síntomas del hígado graso

El hígado es un órgano que controla los niveles de muchas sustancias en la sangre, realizando alrededor de 500 funciones (Stanford Children’s Health, s. f.). Por esta razón, si su funcionamiento se ve alterado, todo el cuerpo se ve afectado.

Además, el hígado es un órgano silencioso, pues no muestra señales de su funcionamiento, ya sea bueno o malo. Por lo tanto, identificar los síntomas del hígado graso puede ser una tarea difícil.  Sin embargo, algunas señales de alarma, incluyen (Méndez, 2025):

  1. Aumento del perímetro abdominal. Esto puede indicar una acumulación de grasa abdominal relacionada con trastornos metabólicos, como la resistencia a la insulina.
  2. Fatiga constante. La sensación de cansancio inexplicable puede ser señal de que el hígado no está funcionando correctamente.
  3. Dolor subcostal. El dolor en la parte inferior de las costillas puede indicar inflamación en el hígado o vesícula biliar.
  4. Alteraciones en la piel, como acné, pliegues oscuros o caída del cabello.
  5. Náuseas y pérdida de apetito.


Fuera de esas molestias, su diagnóstico es complicado. Por eso hay que estar muy alertas a cualquier señal. La detección temprana de los síntomas de hígado graso es crucial para evitar complicaciones graves, como la cirrosis.

Métodos de diagnósticos adicionales a los síntomas de hígado graso

Para diagnosticar esta afección, incluso cuando no hay síntomas de hígado graso, se utilizan varios métodos. Algunos de ellos:

  • Análisis de sangre: Las pruebas de enzimas hepáticas, como ALT (alanina aminotransferasa) y AST (aspartato aminotransferasa), pueden indicar daño hepático. Niveles elevados de estas enzimas sugieren que el hígado no está funcionando adecuadamente.
  • Ecografía abdominal: Es una herramienta útil cuando no hay síntomas de hígado graso. A través de este estudio de imágenes se puede revelar un hígado más brillante. Esta característica es indicativa de esteatosis, o acumulación de grasa en este órgano.
  • Elastografía: este estudio mide la rigidez hepática. Esto permite evaluar la fibrosis, una complicación que puede surgir de la enfermedad hepática grasa.
  • Biopsia hepática: Este examen es considerado el estándar de oro para el diagnóstico cuando los síntomas de hígado graso no son claros. Este procedimiento permite a los médicos determinar el grado de inflamación y fibrosis en el hígado.

Al identificar los síntomas de hígado graso y combinar estos métodos de estudio, los profesionales de la salud pueden tener una mejor comprensión de la condición del hígado. Ese es el punto de partida para empezar un plan de tratamiento adecuado.

Tratamiento y control del hígado graso

Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN, 2024), se estima que el 25% de la población mundial tiene hígado graso. Esta cifra resalta la gravedad y la prevalencia de esta enfermedad. En cuanto a los avances en el tratamiento para hígado graso, todavía no existen medicamentos aprobados para tratarlo. Actualmente, hay numerosas moléculas en estudio que buscan revertir la fibrosis hepática y la esteatohepatitis.

Sin embargo, esto no quiere decir que no puedas saber qué es bueno para el hígado graso. Los endocrinólogos enfatizan la importancia de controlar los factores de riesgo y adoptar un estilo de vida saludable. Como medida preventiva para mantener un hígado saludable, la principal recomendación es llevar una dieta equilibrada y realizar actividad física al menos tres veces por semana. Hacer ejercicio varios días a la semana puede ayudar a reducir la grasa en las células del hígado, incluso si no se pierde peso.

Preste atención a los síntomas de hígado graso y sus factores de riesgo

Conocer los síntomas y factores de riesgo de esta enfermedad es fundamental para cuidar tu salud. La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para prevenir complicaciones serias. Si experimentas síntomas persistentes o tienes factores de riesgo, consulta a un médico.

Un caso real, que ilustra la importancia de estar atento a los síntomas y factores de riesgo de esta enfermedad, es el caso de Daniel R. Tras la muerte de su madre por hígado graso, optó por un estilo de vida activo y saludable. Sin embargo, se sorprendió al recibir el diagnóstico de la enfermedad hepática. Daniel nunca tuvo síntomas de hígado graso evidentes, pero su médico recomendó un chequeo debido a su historial familiar. Al realizarse pruebas, descubrió que tenía una acumulación excesiva de grasa en el hígado. A partir de ese momento, Daniel se comprometió a cambiar su alimentación y aumentar su actividad física. Implementó una dieta equilibrada y comenzó a hacer ejercicio regularmente. Este nuevo estilo de vida mejoró su salud hepática.  Gracias a su dedicación y a la detección temprana del problema, Daniel logró revertir su condición. Su historia resalta la importancia de los chequeos médicos regulares y de estar atentos para prevenir enfermedades del sistema digestivo. Recuerda que el hígado graso puede ser prevenido y tratado (Fundación del Hígado, 2023).

Referencias bibliográficas

  • Fundación del Hígado. (2023, 8 de septiembre). En mi caso, este diagnóstico fue prevenible.
  • MedlinePlus. (2020, 30 de diciembre). Hígado graso.
  • Méndez, R. (2025, 25 de enero). Soy médico de Harvard y estos son los 5 signos en España que indican que tienes el hígado graso: el riesgo que corres.
  • Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. (2024, 12 de junio). Hígado graso
  • Stanford Children’s Health. (s. f.). Cómo funciona el hígado.

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